Sus manos amasan, baten, hornean y decoran, pero también trazan, diseñan, dibujan y crean; es Carolina Valdez Rojas, una repostera por pasión y arquitecta de profesión, por lo que mezcla los conocimientos de ambas profesiones para elaborar panes especiales que conquistan por la vista y el paladar a comensales toluqueños.
Su última hazaña es el pan de muerto de alfeñique, que fusiona los sabores de una hojaldra tradicional, para celebrar a los muertos, con los olores y sabores de los dulces típicos de alfeñique que se elaboran en la capital mexiquense y la fruta y los olores de temporada.
Para comensales toluqueños
Desde su local ubicado en la capital mexiquense, Carolina relató que su papá es arquitecto de profesión y cuando le dijo que quería estudiar para chef o ser repostera le sugirió cursar mejor la carrera de arquitectura, y después dedicarse a su pasión, pero sólo como mero pasatiempo.
Aceptó la propuesta y se preparó para realizar el examen de admisión en una universidad privada que eligió y de la que finalmente se graduó años más tarde; sin embargo, no dejó de lado su pasión de hornear y hacer lo que más le gusta.
Un día no lo pensó más y comenzó con el proyecto de lo que posteriormente se convirtió en su cafetería, en donde le gusta servir platillos especiales, como por ejemplo el pan de muerto para los meses de octubre y noviembre, con los sabores que quería y en donde ha aplicado los conocimientos adquiridos en las aulas con su licenciatura y en la cocina.
Narró que para poder hacer pan y fusionar e innovar con sabores, han sido fundamentales los conocimientos adquiridos en la universidad, porque ve con otros ojos lo que hace, como por ejemplo, saber las cantidades a mezclar con algunos principios matemáticos, también diseñar, dibujar, planear, y todo lo ve desde otro plano.
“Yo me doy cuenta de que aplico técnicas de los dos, si no fuera arquitecta hay algunas cosas que quizá no sabría y es más sencillo a la hora de aplicarlo en mi negocio”, comentó.
Una de las cosas que también ha hecho es prepararse y se ha inscrito en varios cursos, tomar diplomados para poder elaborar lo que ofrece en su cafetería y negocio y darle su toque especial y experimentar con sabores que sabe que le podrán gustar a su mercado.
Hace tres años innovó al elaborar un pan de muerto que rellenó con una crema de flor de cempasúchil y un pan de muerto con ceniza de totomoxtle que le dio una apariencia negra al pan, algo que le gustó a sus clientes y después fue introduciendo otros sabores que pensó para disfrutar en esta temporada para recordar a los seres queridos.
También ha incursionado en la elaboración de piezas de pan para otras temporadas del año como las fiestas patrias en septiembre o la rosca de Reyes a principios de año, con los que también ha innovado.
Pan de muerto de alfeñique
El pan de muerto tiene otra cara en Toluca, pues para celebrar el día de los fieles difuntos, la propuesta es uno completamente decorado como si fuera el dulce típico de Alfeñique y una rellena de mole rosa que se elabora en Taxco, Guerrero.
La joya de la corona este año es la hojaldra alfeñique que consta de un relleno de mandarina y el decorado es un glaseado de azúcar blanco que después se termina de decorar con figuras diversas en varios colores.
“El alfeñique es una de las tradiciones más fuertes de Toluca en esta temporada, entonces quisimos explotarlo y que mejor que en un pan. El pan es de mandarina y va relleno de una muselina de mandarina y va con un glaseado de azúcar para hacer todas las decoraciones”, manifestó Carolina Valdez.
Antes de que esta creación culinaria pueda ser mordida por comensales, debieron pasar cuatro horas para la elaboración y durante el proceso, el taller debe estar templado para evitar errores. Ya para la decoración de cada pieza implica al menos unos 10 minutos.
“A la gente le ha encantado, viene una clienta que le gusta mucho el tema del colorido y a la gente le ha gustado que en un pan estemos representando todas nuestras tradiciones”, comentó la creadora.
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Frutos e ingredientes de temporada
Otras opciones de temporada son también la de mole rosa, que es un platillo elaborado a partir de betabel y piñón rosa, que queda con el color rosado y un sabor un tanto dulce que va bien con el pan.
Carolina Valdez destacó que “está hecho a base de betabel y piñón rosa; y una vez hecho nuestro mole hacemos nuestra muselina a base de lo mismo”.
Clientes que han probado la nueva creación señalaron que es una combinación explosiva con un sabor semejante a degustar una pieza de alfeñique con pan y los sabores de temporada como la mandarina que es un apapacho al corazón y al recuerdo en esta temporada.
En años pasados, la cafetería ha propuesto el pan de muerto relleno de flor de cempasúchil, la de mole, de chocolate, la negra de totomoxtle y camote, entre otros. Dependiendo de la pieza, su valor puede alcanzar los 140 pesos.
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DB