Ante las condiciones adversas a consecuencia de la pandemia que afectó a productores de peluches en Xonacatlán, ya que más del 50 por ciento debieron cerrar sus negocios, ante las bajas o nulas ventas.
20% de los talleres de productores de peluches en Xonacatlán cerraron
Hasta antes de pandemia, eran cerca de 500 núcleos familiares los que se dedicaban a la elaboración de figuras de felpa; sin embargo, el embate del Covid-19 fue tan fuerte, que por lo menos el 20 por ciento de los talleres cerraron de manera definitiva y un 30 se encuentran sin trabajar.
“Ha sido muy difícil levantarnos como productores de peluche, sobre todo para los pequeños talleres familiares, que somos el 80 por ciento, porque los de gran tamaño no han dejado de producir, pero nosotros no tenemos mucho trabajo”, dijo José Robles Almada, quien tiene un local en donde factura a los felpudos desde hace aproximadamente 20 años.
TE SUGERIMOS: Xonita: el oso más grande del mundo
Destacó que, durante el confinamiento tuvieron que buscar trabajo para sobrevivir, pero tampoco había tantos pedidos como en años anteriores.
Ante la mala situación, no se ha logrado una reactivación
Ante la mala situación que el municipio aún padece, no se ha logrado una reactivación al 100 por ciento.
Grupos de fabricantes utilizaron las redes sociales para ofrecer sus productos, pero esto ayudó poco.
“En estos grupos piden productos, por ejemplo, sobre todo quienes consiguen algún pedido grande y no tienen recursos o suficiencia para maquilar, piden apoyo para que otros talleres pequeños también puedan verse beneficiados, pero esta actividad apenas está sucediendo”, explicó Almada.
Pavel Iván Ortiz Bustamante, presidente de la Agrupación de Productores de Peluche de Xonacatlán, destacó que los dueños de los talleres familiares tuvieron que buscar otra forma de vivir durante pandemia, muchos de ellos vendieron sus máquinas para obtener dinero y así poder sostenerse.
Explicó que han sido más de 200 las familias las afectadas, por ello varios de la agrupación tuvieron que salir a buscar empleos en otros municipios.
“La gente que necesitaba trabajar hizo lo necesario para sacar a sus familias adelante, salieron a trabajar en el comercio, o donde hubiera trabajo… en la pandemia sí fue muy complicado”, comentó Ortiz Bustamante.
Mujeres, productores de peluches en Xonacatlán las más afectadas
Cerca de 90% de quienes trabajan en los talleres son mujeres y para sacar adelante a su familia muchas vendieron comida o se dedicaron al comercio.
Ortiz Bustamante destacó que quienes no han podido reabrir sus talleres es porque, aunque tienen su maquinaria, les falta el recurso económico.
“Yo consideró que por lo menos se requieren 50 mil pesos para poder reiniciar el negocio”, explicó el líder de dicha agrupación.
Las telas, por las nubes
Los estragos de la pandemia también encarecieron lo que es la materia prima para la producción de peluches, principalmente en la tela, es por ello que los precios de los felpudos han tenido que subir.
Y esto por lo consiguiente también perjudica un tanto a los productores como a los compradores que cuidan sus bolsillos.
Ortiz Bustamante mencionó que el 90 por ciento de la materia prima es principalmente importada y las telas aumentaron.
“Aunque quisiéramos, no podríamos asumir esos costos, pues económicamente no estamos en condiciones, así que esos aumentos tenemos que frenarlos en el producto final”, comentó.
Piden productores apoyo del gobierno para reactivar economía
Algunos productores de Xonacatlán, como Lorena Ruíz, consideran que requieren más apoyos gubernamentales, pues necesitan financiamientos y recursos que les ayuden a salir adelante y reactivar al sector.
“Ya estamos cansados de capacitaciones, porque lo que necesitamos son financiamientos, que nos permitan reactivar el sector que quedó muy lastimado después de la pandemia“
“Especialmente los talleres familiares que somos la mayoría”.
Al respecto, Ortiz Bustamante mencionó que el problema principal que enfrentan para el acceso a financiamientos es que el 90 por ciento de los productores trabajan en la informalidad.
Algunos no han querido darse de alta ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por lo que no cumplen los requisitos.
Sin embargo, reveló que no todos se han sentado a esperar a que las oportunidades caigan del cielo o en hacer los trámites en el SAT, ya que algunos han tenido la suerte de buscar sus clientes y un ejemplo de ello fue un taller que consiguió amarrar un contrato con La Liga Mexicana de Beisbol del Pacifico.
“Por ejemplo, mandó a hacer juguetes de su marca, así como la Universidad Autónoma del Estado de México manda a maquilar sus mascotas”, aseguró.
Xonita: el oso más grande del mundo
Xonacatlán logró otorgarle a México un récord Guinness, ya que, en abril del 2019, el municipio fabricó el oso más grande del mundo y fue una osa que llamaron Xonita , misma que midió 25 metros de largo y pesó cuatro toneladas.
Fueron 60 artesanos los que trabajaron durante tres meses para dar vida a este enorme muñeco de peluche y se disfrutó aún más el triunfo porque fue un sueño que tardó cinco años en concretarse.
La osa se vistió con una blusa roja con detalles blancos y un tutú rosa. La confección de este último necesitó de más de 100 metros de tul. La nariz y los ojos fueron hechos especialmente con acrílico y fibra de vidrio.
La ceremonia de certificación se llevó a cabo el 28 de abril de 2019 en el Estadio Municipal de Futbol Gustavo A. Vicencio, de Xonacatlán.
La entidad tiene cerca de 46 mil 400 habitantes y está a unos 65 kilómetros de distancia de la Ciudad de México, siendo su mayor comprador de peluche. Su segundo mejor cliente es Toluca, que se localiza a sólo 18 kilómetros de distancia.
En este lugar se encuentran muñecos desde cinco centímetros hasta 1.50 metros. Unicornios, perros, gatos, osos, pulpos, caballos, dinosaurios, princesas, caballeros o cualquier tipo de figura se puede obtener en este municipio y si no es así, siempre existe la posibilidad de que lo hagan al gusto del cliente.
El costo de los muñecos va desde los 25 pesos, los pequeños, hasta más de mil pesos los grandes.
Ahora, ya con el semáforo epidemiológico en verde, los productores de Xonacatlán esperan la reactivación de su actividad en las fiestas decembrinas.
Ante todo, dicen que ellos siguen guardando la sana distancia, el uso de cubrebocas y de gel sanitizante, porque las consecuencias de la pandemia les dejó muy mal sabor de boca.
Con información de: Isabel Blancas
SPM
Deja una respuesta