Desde hace 48 años, la representación de la Pasión de Cristo se ha realizado en el penal de Ixtlahuaca, ha significado la reivindicación de la fe católica en especial de de las personas privadas de la libertad que han participado.
La Pasión de Cristo representa un orgullo que se ha transmitido por casi cinco generaciones, el dar vida a las últimas horas de Jesucristo.
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Pasión de Cristo en penal de Ixtlahuaca
Este año participaron 61 personas privadas de la libertad como actores entre soldados romanos, discípulos, autoridades romanas, entre otros, además de que 19 se sumaron para la escenificación y la utilería.
Para este esfuerzo, seis mujeres externas al penal, pertenecientes al Pastoral Penitenciario, participaron para dar vida a María, a Claudia, a Salomé, a Verónica, entre otras.
Para quienes participan en la representación del viacrucis, los ensayos y la puesta en escena les permite conectar no sólo con su espiritualidad, sino también con un mundo más allá de las rejas, a donde llegaron, confesó la mayoría, por estar con las personas equivocadas en el lugar equivocado.
TAR