Frente al trabajo de videovigilancia que hace la policía estatal para prevenir y combatir el delito, hay 32 personas con discapacidad que mantienen monitoreado el territorio mexiquense.
Ellos forman parte del personal del Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5), de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, ubicados en los municipios de Toluca y Ecatepec.
Estos operadores se encargan de monitorear las vías públicas, dar apoyo ante una emergencia, y algunos también colaboran en el análisis delincuencial, para identificar patrones que permitan a la policía estatal actuar de manera más oportuna ante una emergencia.
“Ellos nos ayudan a detectar vehículos involucrados, modus operandi. Digamos que hacen un análisis de la imagen y nos hacen un barrido, nos dicen: sabes qué, el vehículo cuenta con este engomado, cuenta con este daño. Ellos coadyuvan y permiten actuar de manera inmediata”
César Guadarrama González, responsable del área de Vigilancia del C5, en Toluca
Monitoristas con discapacidad auditiva y motriz
Refirió que la inclusión de estas personas, con discapacidad auditiva y motriz, a la unidad de videovigilancia y análisis, ha rendido frutos y se han conseguido varios casos de éxito por las habilidades que tienen.
“Ellos desempeñan funciones en distintas áreas y por ejemplo, al carecer del sentido del oído, tienen más desarrollado el sentido de la vista, y les permite tener un monitoreo mucho más efectivo; permiten detectar elementos que pueden pasar desapercibidos”.
“En una ocasión se estaba haciendo el monitoreo de unas personas, y uno de ellos logró identificar la venta de sustancias prohibidas. Las personas que se dedican a eso hacían alusiones muy reservadas pero nuestros compañeros lo percibieron y se logró hacer la detención”.
20 monitoristas
Desde que inició operaciones en el año 2016, el C5 Toluca da trabajo a 20 operadores monitoristas, cuatro de ellos con discapacidad motriz y 16 auditiva; mientras que la sede de Ecatepec emplea a otros 12.
Esto ha obligado a otros operadores a capacitarse, por ejemplo, en lenguaje de señas, para tener una buena comunicación con aquellos que tienen discapacidad auditiva.
Carlos, de futbolista a monitorista
Con lenguaje de señas, Carlos Martínez relata el momento en el que evitó un robo, al monitorear al delincuente a través de una cámara de videovigilancia de la Secretaría de Seguridad del Estado de México.
Él es una de las 32 personas con discapacidad que trabajan en el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5), desde que inició operaciones en la entidad hace 5 años.
“Buscamos con la cámara a la persona, vimos que entró al OXXO y evitamos el robo”, platicó el hombre de 44 años, a través de la interpretación con lenguaje de señas de Mónica Olivos, una de sus compañeras.
Carlos Martínez tiene discapacidad auditiva desde que era un bebé, debido a que fue lastimado al momento de nacer.
Años atrás fue un futbolista profesional, pero ante la necesidad de llevar el sustento a sus hijos un día acudió al C5 a pedir trabajo y se lo dieron; desde entonces ha pasado 5 años sirviendo a los ciudadanos.
“Me gusta mucho el trabajo, en general todo, buscar delitos de robo, vehículos, personas. Me gustaría seguir cuidando a la población para evitar los delitos. Siento una sensación de gusto al dar tranquilidad a la sociedad”.
Señaló mediante lenguaje de señas.
Carlos Martínez, quien es originario del municipio de Toluca, disfruta mucho estar con sus hijos, sus amigos y jugar fútbol en la posición de defensa, aunque por ahora sólo lo hace como pasatiempo en torneos pequeños.
Por ahora, dice, su trabajo en el C5 Toluca es su prioridad; por eso asegura que pone todo su esfuerzo por dar seguridad a la ciudadanía desde que se sienta frente al monitor de la sala de videovigilancia de 8:00 de la mañana a las 20:00 horas.
ASME
Deja una respuesta