Las tortillerías en el Estado de México viven una crisis desde hace varios años, derivada de que las nuevas generaciones ya no se quieren hacer cargo de los negocios, que en su mayoría son familiares.
Así lo expresó Nemesio Figueroa Rojas, presidente de la Alianza de Industriales de la Masa y la Tortilla en el Estado de México, quien explicó que esto ha hecho que algunos negocios de este tipo hayan tenido que cerrar, aunque la cifra no la tienen registrada.
Otra situación que se ha visto en el sector que representa es que, aunque la apertura y cierre de tortillerías es constante en la entidad, este año se ha dado más debido a que algunas personas que perdieron su empleo optaron por poner uno de estos negocios sin éxito, ya que así como abren, en uno o dos meses bajan la cortina.
Destacó que en innumerables ocasiones esas personas que abren sin tener conocimiento del negocio tienen que cerrar y rematar las máquinas que compran, recuperando apenas 20 o 25 por ciento de la inversión.
Resaltó que esto sucede ya que la gente piensa que la venta de tortillas es un gran negocio, pero ya no es así debido a que hace 20 años el consumo de tortillas era de 200 gramos diarios por persona y hace 10 años se redujo a la mitad, pero ahora hay lugares en los que apenas se consume un kilo de tortilla a la semana por familia, lo que también se traduce en reducción de ventas.
Por otra parte, aseguró que el precio actual de la tortilla se mantendrá por lo menos hasta que termine la pandemia pues los empresarios del sector están conscientes que se deben solidarizar con la sociedad ya que todos atraviesan una situación económica complicada.
Actualmente y dependiendo de la zona, el kilo de tortilla se vende entre 12 y 18 pesos el kilo, siendo la calidad la que las distingue.
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