Amigos y familiares de Elvira Segundo, se manifestaron frente a la Cámara de Diputados para exigir que se aplique la Ley Vicaria durante la reposición de caso de la mazahua originaria de San Felipe del Progreso, toda vez que fue condenada injustamente a 33 años de cárcel por trata de blancas, según señalan.
Elvira Segundo, merece juicio con Ley Vicaria
Diana Clara Piña García, familiar de la acusada, detalló que desde hace más de 4 años la mujer indígena fue acusada por el delito de trata de blancas en modalidad de explotación infantil con agravante a dos de sus hijas, cumpliendo su condena en el Reclusorio Femenil de Santa Martha Acatitla.
“No le pagaba la pensión alimenticia como tal, porque Elvira se dedica a trabajar y de pronto quiso tener una relación a ella se le criminalizó y se le acusó de trata de blancas en modalidad de explotación infantil con agravante por ser sus hijas. A nosotros se nos hace injusto porque nosotras, mujeres indígenas, sabemos que lo más importante es el cuidado de nuestros hijos, por eso siempre los llevamos a todos lados con nosotras.
Hace cuatro años y medio, el ex esposo de Elvira Segundo García, la acusó de trata de blancas en contra de sus hijas por lo que la mujer de raíces mazahuas paga una condena de 33 años de cárcel en el Reclusorio de Santa Martha Acatitla” mencionó.
Juicio presenta múltiples irregularidades
La acusada es madre de un varón, dos hijas adolescentes y una infante, por lo que la protesta realizada fue para solicitar que se aplique la ley vicaria, toda vez que manifiestan, el padre manipuló a las adolescentes para testifical en contra de la madre, lo que fue determinante en la sentencia y como un antecedente para seguridad de todas.
“Venimos a pedir que se ponga en práctica la ley vicaria, no solamente para ella sino para que quede como antecedente para todas nosotras como mujeres mazahuas, yo tengo que salir a trabajar también y el día de mañana que ya no le guste a mi esposo que yo salga a trabajar me va a demandar, porque llevo a mi niña conmigo para todos lados.
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Ellas testificaron en contra de su mamá, están con su papá y la niña más pequeña se quedó con su abuelita. Las hijas grandes la acusan por violencia, por ir al puesto de su mamá después de la escuela, que para ellas era considerado como trabajo forzado, y hablamos de adolescentes; que a ellos les cuesta mucho tender sus camas, pero por eso fue que la acusaron de trata de blancas”, puntualizó.
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¿Qué es Violencia Vicaria?
Es de destacar que la violencia vicaria fue reconocida por la legislatura estatal en junio del 2022, señalada en el 8º artículo de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de México, donde se establece que:
“ La Violencia Vicaria es el acto u omisión que genera afectación o daño físico, psicológico, emocional, patrimonial o de cualquier otra índole a un descendiente, ascendiente o dependiente económico de la víctima, cometido por parte de quien mantenga o mantuvo una relación afectiva o sentimental con la misma, y cuyo objeto sea el causar un menoscabo emocional, psicológico, patrimonial o de otra índole hacia la víctima; y que se expresa de manera enunciativa, más no limitativa, a través de conductas tales como las amenazas verbales, el aleccionamiento, la sustracción de sus hijas e hijos, la imputación de hechos delictuosos falsos en donde se demuestre la dilación procesal injustificada, o cualquier otra que sea utilizada para dañar a la mujer”
Elvira, junto con su familia, se dedica a la siembra de nopales, quelites y bolsas de mandado que venden en las calles de la capital mexiquense, generando; en promedio, $200 diarios, lo que les hace imposible pagar la finanza. Asimismo, Piña García señaló que, a pesar de haber contado con una traductora, estuvo en riesgo la comunicación acertó a de la acusada, toda vez que la lengua mazahua es variada de acuerdo a la región.
“La fiscalía le estaba dando la opción de salir bajo fianza con más de 3 millones de pesos, dígame usted ¿de dónde vamos a sacar ese dinero?, si vendiendo nopales ganamos 200 pesos al día.
Esperamos que también se tome en cuenta esta parte de que Elvira es 100% mazahua, domina poco el idioma, sí ha tenido intérprete, ahorita hay una reposición de caso pero las variantes de nuestra lengua cambian de acuerdo al lugar donde nos encontramos. De pronto cuando la mamá de Elvira le habla a la intérprete en Mazahua, la misma intérprete señala que hay muchas variantes en la lengua”, mencionó.
Finalmente detalló que han recibido el respaldo del Consejo Nacional Mexicano de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas, así como de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; sin embargo m, esta última no puede intervenir toda vez que se encuentran en la revisión de caso.
DB