Por fin presentó la empresa estadounidense Moderna una “solicitud de emergencia” de autorización para su vacuna contra el Covid-19 en Estados Unidos y Europa, luego de que resultados completos confirmaran una alta eficacia de la misma (94.1%).
Nos dicen los científicos que el estudio (fase 3) incluyó a 30 mil participantes, de los cuales 196 infectaron de coronavirus, y de esos, sólo 30 fueron graves. Ninguno murió.
Los mercados financieros respiraron en medio de la peor crisis de los últimos 100 años, los líderes políticos esperan que funcione y todos deseamos que nos inyecten una dosis, que por cierto, hasta el momento no ha provocado ningún efecto adverso importante.
La empresa médica asegura que la eficacia observada se mantiene en todos los grupos de edad, razas y etnias, además de en hombres y mujeres.
La vacuna experimental de Moderna es una de las tres más avanzadas entre las 48 candidatas que ya se están probando en humanos; las otras dos destacadas son desarrolladas por BioTech y la empresa Pfizer, y la producida por la Universidad de Oxford junto con la farmacéutica AztraZeneca.
Preguntó este reportero a especialistas en qué se diferencian, y lo primero que dicen los expertos es el precio: La Moderna se venderá en el mercado a 21 euros ( 506 pesos mexicanos); Pfizer en 15 ( 361 pesos) y AstraZeneca dice que en 3 (73 pesos ) y que inclusive revelaría la fórmula sin fines de lucro (para que cualquier laboratorio la pudiera producir), para aplanar la curva de la pandemia ya.
El instituto Gamaleya de Moscú también aseguró en este principio de semana que su vacuna experimental, conocida como Sputnik V tiene una eficacia de 95 por ciento, y que su precio rondará en 8 euros (193 pesos).
Las 50 primeras economías ya tienen contratos con las tres principales farmacéuticas, para comprar millones de dosis e iniciar la vacunación universal en sus respectivos países; es decir, todos los mexicanos podríamos estar vacunados en -en un plazo relativamente corto, que va de febrero a diciembre de 2021– según estiman los más optimistas.
Marcelo Ebrard, el encargado de las negociaciones internacionales con los laboratorios, ha tuiteado entre otras cosas que la Secretaría de Salud de México ya recibió la solicitud de autorización de Pfizer, tal y cual lo había comprometido esa empresa.
También escribió en esa red social que la Unión Europea está lista para iniciar vacunación antes del fin de diciembre y que nuestro país también.
Si se aprueban estas 3 vacunas referidas vendrían para nuestro país dos problemas, sin duda menos graves que encontrar la prevención de morir por culpa del maldito coronavirus: la distribución y aplicación a los casi 120 millones de mexicanos, y la preservación del medicamento.
Pero lo primero, la paga y la distribución -entre la solidaridad y la infraestructura de los tres niveles de gobierno, incluido el Ejército y la Iniciativa Privada- no nos debe preocupar a nadie; lo grave es lo segundo.
La gran bronca de estas vacunas es que deben guardarse y transportarse hasta con 80 grados bajo cero. Llevar millones de vacunas así, de un lado a otro -con una gran cadena de frío- puede tirar todo el cesto de la basura.
Supongamos que llegan a la temperatura ideal a los distintos aeropuertos del país, pero se complica todo en Guerrero, Oaxaca o Chiapas, por la orografía y las altas temperaturas en aquellas entidades.
No se diga en las costas de Baja California Sur, Sinaloa, Michoacán, Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Lo fabuloso de la tecnología de Moderna es que su vacuna aguanta hasta un mes a temperaturas típicas de un un refrigerador portátil convencional. Es decir, hasta con hielos en aquellos artefactos en los que llevamos las cervezas a la playa, servirían para transportar la vacuna que solicitó su autorización este lunes.
Este reportero sabe que nadie debe cantar victoria, y que la vacuna contra el ébola tardó 5 años en ser descubierta, o la de la polio 20; la del sarampión 9 años; la del rotavirus 22; la de la malaria 31; y que llevan 35 años buscando la prevención contra el VIH y no más no le dan.
¿Por qué en menos de 9 meses podría existir una vacuna contra el Covid 19? Porque nunca se había invertido más dinero, más infraestructura, más tiempo en laboratorios y en estudios humanos, en encontrar este medicamento.
Caro lector, este reportero cree que estamos mas cerca del final de esta pesadilla; y ojalá no me equivoque. Por lo pronto le pido un favor: viene las fiestas de fin de año, y aunque es la época del año donde debemos convivir con los nuestros y abrazarnos, evitémoslo.
Quizá en unos meses discutiremos que este texto tenía algo de razón. Quien no atienda la recomendación respetuosa, quizá ni discutir podrá.
*Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
www.GustavoRenteria.mx
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