Pese a que la inflación bajó a 5.84 por ciento, los trabajadores sindicalizados están preocupados porque los alimentos de la canasta básica son inalcanzables para su consumo familiar, afirmó el líder de la Confederación Obrera Regional de México (CROM), Jesús Peza Gómez.
Destacó que para todos es sabido que los salarios han sufrido una devaluación de 85 por ciento en los últimos 30 años, de acuerdo con estudios de la central obrera, eso implica que tardarán años en equilibrar salarios con los precios en el mercado.
“En 2018 el kilo de huevo estaba en 29.50 y ahora vale 57 pesos; el aceite a 24.50 y actualmente a 65 pesos; el arroz estaba a 22 pesos y ahora en 45 pesos; el azúcar pasó de 20.14 a 28 pesos; el frijol de 24.50 a 38 pesos; la carne de 105 a 180 pesos y las tortillas de 12 a 22 pesos el kilogramo”, dijo.
El salario mínimo pudo enfrentar los 7 puntos inflacionarios
Aunque la inflación tuvo una aceleración importante en los últimos meses de 2021, el salario mínimo pudo recuperarse respecto al año anterior. En 2022 alcanzó un incremento de 22 por ciento que le ayudó a enfrentar a los 7 puntos inflacionarios del año pasado.
Jesús Peza lamentó que muchos empresarios creen que con ese incremento los trabajadores saldrán adelante, pero ese fenómeno tiene el efecto domino, donde aumenta algo e inmediatamente afecta a los demás productos.
Alternativas para estabilizar precios en canasta básica
Destacó que la Confederación realiza un análisis sobre los incrementos que han tenido los productos de la canasta básica y las alternativas para que se logre estabilizar los precios.
Actualmente, destacó, no ha habido recortes de personal y eso es lo importante.
Reconoció que los precios de los productos no han podido ser controlados y los aumentos han rebasado las percepciones de la clase obrera.
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DB