La lucha libre llegó a México en un contexto postrevolucionario, en sus inicios tuvo influencias de luchadores de Estados Unidos, Japón y países de Europa, aseguró Hugo Monroy Olvera, autor del libro “Lucha Libre: 85 años”.
En el marco de las celebraciones por los 90 años del Consejo Mundial de Lucha Libre, (CMLL), Monroy Olvera se presentó ante estudiantes en el Teatro Javier Barros Sierra, de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, para charlar con la comunidad universitaria sobre su obra.
La lucha libre como historia cultural de México
Moderado por la doctora Lucía Elena Acosta Ugalde, coordinadora del Centro de Difusión Cultural, el autor relató que, aunque de niño le gustó la lucha libre cuando la veía por la televisión, los cuadriláteros lo cautivaron de nuevo cuando estudió la licenciatura en Etnología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y como parte de una actividad escolar asistió por primera vez a la Arena México para registrar lo que ahí pasaba.
A este lugar entró a trabajar en el 2005 dedicándose desde actividades de mantenimiento hasta tareas de difusión.
El autor mencionó que, a inicios del siglo XX, la lucha libre era parte de la oferta cultural de la Ciudad de México y más tarde fue consolidándose como una industria. En esa misma época, dijo, México estaba a la búsqueda de una identidad nacional y la lucha libre se insertó dentro de ese ideal de autenticidad mexicana.
Para el etnólogo cada persona ve algo diferente en un combate, desde la gente que va religiosamente a la arena hasta los extranjeros que acuden por primera vez.
“Cada quien lo interpreta, lo ve y le causa emociones muy particulares”, dijo el escritor.
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La máscara es parte de la construcción de una identidad
También habló sobre el origen y evolución de distintos elementos de la lucha libre, por ejemplo, explicó que al principio las máscaras solo eran una especie de trapo y, más tarde, detectaron la potencialidad cuando el primer enmascarado anunció que no iba a mostrar su rostro hasta que perdiera un combate.
“Al final la máscara ya no solo te tapaba la cara, sino que era el desarrollo de un personaje”, acotó.
Resaltó que la importancia del CMLL en México radica en que desde sus inicios estableció reglas claras de lo que era la lucha y privilegió más la calidad deportiva, además, se distingue de otras empresas con un estilo más norteamericano.
“Los luchadores saben que si están en el Consejo Mundial de Lucha Libre la parte deportiva va a ser más importante que el espectáculo”, destacó Monroy Olvera.
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DB