Después de tres días de haber sido cerrado el Callejón del Beso, se quitaron las tablas colocadas en sus dos accesos; durante la apertura, hubo reclamos e insultos contra el alcalde panista del municipio de Guanajuato, Alejandro Navarro Saldaña.
Vecinos y comerciantes reprocharon al presidente municipal que colocara tótems, una banca y elementos que afectan la movilidad de las personas en el callejón.
“Estamos hoy aquí en este emblemático Callejón del Besos, que algunos días –desde la madrugada del miércoles– duró cerrado, no porque estuviera clausurado, ni mucho menos”, exponía Navarro cuando un vecino gritó: “¡Para eso no se estudia, Navarro, para hacer estas pendejadas! Nos estás perjudicando a nosotros que vivimos aquí. ¡Mira nada más qué espacio nos dejas!”
“Sale”, respondió el alcalde, contestación que enojó a los inconformes, quienes replicaron: “¡Cómo que sale! No estamos de acuerdo”. Alejandro Navarro les dijo que en un momento atendería sus inquietudes.
Retomó su discurso diciendo que durante los días que estuvo “cerrado” el Callejón del Beso… y en ese momento nuevamente fue interrumpido: “Clausurado; desde acá te corrijo”, lanzó una mujer.
Del miércoles al viernes se realizaron obras de pintura, de rehabilitación de fachadas, se colocaron una banca y unos tótems, explicó, mientras seguían los reclamos.
“Hay algunos elementos, unos tótems que tuvimos a bien poner, donde, a través de un código QR… turistas y visitantes podrán tomar fotografías del QR y verán la leyenda del Callejón del Beso, ahí mismo viene la imagen de los fotógrafos que están autorizados, que son tres… vienen los costos de las fotografías”, explicó.
“Si vuelve el conflicto, tomaremos medidas”
La ciudad de Guanajuato vive un auge de turistas, lo cual trae beneficios a la población, pero el trabajo tiene que ser “con orden, con respeto y limpieza”, dijo.
Los fotógrafos deben apegarse al reglamento del lugar y exhortó a dejar “el conflicto de lado y que busquemos cómo podemos trabajar juntos todos de la mano”.
El gobierno cerró el callejón por el conflicto entre los fotógrafos y Norma Luz Gámez, dueña del balcón de “doña Ana”, que incluso llegó a los golpes.
¿Qué originó el conflicto?
El problema se originó por la disputa de los turistas, porque Gámez también ofrecía el servicio de fotos, cuando sólo tenía autorización para vender artesanías.
El alcalde pidió trabajar “de la mejor manera”, pero, de volver los problemas, advirtió, “tomaríamos otras medidas legales como gobierno”. Reiteró que hay varios elementos que son temporales, como los tótems y la banca.
“¡Quítalos!, puro dinero tirado a la basura, el pueblo paga”, gritaron los vecinos.
“Siempre habrá gente a la que no le gusta hacer algunas actividades, pero bueno, vamos a seguir trabajando, muchas gracias”, concluyó.
Al final de la apertura del Callejón del Beso se cuestionó al presidente si ya estaba descartada la expropiación de los inmuebles donde están los balcones de “doña Ana” y “don Carlos”.
“Vamos a seguir pendientes; habrá policía turística la mayor parte del tiempo, preferentemente, mujeres, elementos del área de Fiscalización, y los fines de semana, que es cuando hay mucha más gente, pediremos a Protección Civil que nos ayude hacer la fila”, respondió.
El gobierno confía en que no habrá más conflictos porque cada prestador de servicio tendrá que respetar las actividades de los demás, comentó.
“No descartamos los temas jurídicos; más bien vamos a trabajar. Decía mi abuelita: más vale un mal arreglo que un buen pleito”, remató.
Con información de La Jornada
TAR