En el Estado de México hay cinco principales pueblos originarios que radican en las diferentes comunidades de la entidad; por ello, esta semana se dio a conocer la traducción mazahua y otomí de las reglas de operación del Programa de Desarrollo Social Jóvenes en Movimiento Edomex.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se tradujo en la entidad a partir de 1990, y ese año empieza un rescate de las lenguas originarias y en el 2000 con la creación de la Universidad Intercultural, se retoman las aportaciones e incluso se trabajó en la validación del alfabeto de la lengua matlatzinca y tlahuica.
Reglas de operación de programas sociales son traducidas
En la entidad hay otros documentos oficiales traducidos, como la Ley de los Derechos y Cultura Indígena del Estado de México, la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, así como de las reglas de operación de diversos programas sociales.
Durante la contingencia se difundieron las medidas preventivas en matlatzinca con carteles que se compartieron en las localidades, dicho trabajo se realizó en coordinación con la Cámara de Diputado, la Universidad Intercultural de la entidad y con la Secretaría de Seguridad.
Además, también se han considerado a los hablantes mixtecos, zapotecos y totonacas que vienen de estados cercanos, y se ha puesto la mirada en el matlatzinca y tlahuica, que son dos idiomas con menos hablantes en territorio mexiquense.
Dicho trabajo se realizó con apoyo de la Universidad Intercultural
En la entidad, los pueblos originarios representan 2.4 por ciento de la población estatal con más de 417 mil hablantes de lenguas originarias: 42.3 por ciento son mazahua, 34 por ciento otomíes, 23 por ciento nahuas, 0.7 por ciento tlahuicas y 0.3 por ciento matlatzincas.
Muchos de ellos viven en zonas rurales de 43 municipios que presentan algún grado de marginación: 18 con muy alto, 11 alto, 6 medio, 7 bajo y 1 muy bajo, según información del Cedipiem.
Algunos factores por los que ha disminuido el uso de las lenguas originarias son: el predominio del español, la discriminación a los hablantes y la falta de políticas públicas que fortalezcan su integración.
SPM