Hasta hace unos días parecía que las medidas preventivas para evitar contagios del Covid-19, eran parte del pasado; sin embargo, dos instituciones educativas de nivel superior alertaron a sus comunidades sobre la necesidad de recurrir nuevamente al uso del cubrebocas en determinadas circunstancias para evitar contagios.
La Universidad Nacional Autónoma de México y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla lanzaron avisos que generaron ruido y escozor en algunos sectores, pero parece que el tema se sobredimensionó.
En el caso de la UNAM señala que, si bien las hospitalizaciones, defunciones y variantes virales se mantienen sin cambios que destacar, el número de casos y la positividad de las pruebas de diagnóstico revelan que el virus circula ampliamente a nivel comunitario en gran parte del país; aspectos en los que coincide la BUAP.
Por ello la recomendación a usar cubrebocas en caso de tener síntomas de enfermedad respiratoria aguda al convivir con otras personas y utilizarlo al permanecer con varias más durante más de 30 minutos en lugares cerrados con poca o nula ventilación.
Lo que ambas instituciones hacen es preservar y cuidar la salud de sus comunidades académicas, lo cual debe reconocerse; se debe valorar el ser proactivo y preventivo ante posibles casos de contagio.
Y no se está descubriendo el hilo negro…el uso del cubrebocas sigue presente en el Plan de Gestión a Largo Plazo para el Control de la Covid-19 del gobierno de México.
¿Qué establece?
Que es una herramienta crucial para la prevención, pero advierten que su uso excesivo puede ser inconveniente porque produce dolor de cabeza, puede generar problemas en la piel, acné, dificultad para respirar, dolor de garganta, ojos secos, problemas cognitivos y aumento de la sudoración alrededor de la boca.
El uso del cubrebocas se puede generalizar sólo cuando exista una emergencia sanitaria o un riesgo muy alto de que se presente, reservando su uso a personas con síntomas respiratorios o con enfermedad confirmada.
Y ya que se habla del tema, es necesario que se refuerce el uso de otras medidas que también están dentro de ese plan y ya se olvidaron, por ejemplo, el lavado frecuente de manos con agua y jabón, así como la ventilación.
La higiene de manos es definida en dicho plan, como una de las medidas de prevención más trascendentales en la historia de la salud pública, confirmando que es una medida económica, sencilla y eficaz de reducir el riesgo de infecciones.
Señala que el lavado de manos reduce las enfermedades respiratorias como los resfriados en la población general en un rango de entre un 16 y 21 por ciento y podría proteger a uno de cada cinco niños pequeños de infecciones respiratorias.
Respecto a la ventilación, una revisión sistemática del 2022 encontró que el aumento de la tasa de ventilación se asocia con una disminución de la transmisión, la probabilidad/riesgo de transmisión, la probabilidad/riesgo de infección.
Pero sin duda la llave a la tranquilidad fue y seguirá siendo la vacunación, sin que eso demerite el empleo de otras acciones sencillas pero importantes.
Y todas las vacunas son eficaces, incluida la Patria. Así es que a estar atentos para los esquemas de aplicación y participar. Los especialistas afirman que la mejor vacuna es aquella que está disponible.
@periodistamex