Sin duda una de las mejores noticias de las que se puede dar cuenta en los últimos nueve meses es la que se conoció ayer y que tiene que ver con tener físicamente en este mismo mes de diciembre en nuestro país, 250 mil dosis de vacunas contra el virus Sars-Cov-2 para prevenir el Covid-19.
Con esto se podría empezar a ver la luz al final del túnel de esta pandemia por el virus que hasta el reporte de este miércoles por la noche dado a conocer por las autoridades del sector salud, arrebató la vida a 107 mil 613 mexicanos y contagió a un millón 133 mil 613 personas.
De ahí la importancia de la información que refiere el haber suscrito un convenio con la farmacéutica Pfizer mediante el cuál se van a adquirir 34.4 millones de vacunas y se prevé que en este mismo mes nuestro país reciba 250 mil dosis que se aplicarán a personal del sector salud.
Sin duda, cobra interés saber cuál será al paso a seguir en esta trama de aplicación de la vacuna; por lo que habrá que estar atentos el próximo martes para conocer la ruta que la autoridad federal diseñará para la cadena de suministro.
Esta noticia que no es menor, se da en medio de un ambiente poco halagüeño en los contagios por Covid-19; con la amenaza en varios estados de regresar al color rojo en el semáforo epidemiológico, lo que nuevamente obligaría a parar actividades en medio del confinamiento.
Y es que como sociedad hemos dejado mucho que desear en el manejo de la pandemia.
Tan es así que los focos de alerta están encendidos tomando en cuenta que se aproximan fechas muy simbólicas para todos nosotros como lo son las fiestas decembrinas, que pueden movilizar a más personas de lo normal y provocar reuniones que inevitablemente incrementan el riesgo de contagio.
Ante ello están vigentes las siguientes interrogantes:
¿Qué hace falta para poder tomar mayor conciencia del riesgo que representa el Covid-19?
¿Cuántas muertes más nos harán responsables para aplicar con mayor seriedad y severidad las medidas preventivas que sean necesarias?
¿Porqué ser indiferentes aún cuando la muerte desafortunadamente ronda en nuestros círculos sociales y de amistad más cercanos?
Lo que se tenga que modificar vale la pena modificarlo.
Muchos esquemas y roles han tenido que cambiar ante la pandemia.
Algunas de las actividades que cotidianamente realizamos sin duda se transformarán y no serán igual que antes, pero ese es el costo de preservar la salud y por consiguiente la vida.
Por es justificado el anuncio hecho hace unos días por la Arquidiócesis de Toluca en el sentido de suspender a partir del 1º y hasta el 15 de diciembre la celebración de bautismos, confirmaciones, primeras comuniones y bodas, así como ceremonias de aniversarios, XV años y III años, además de las fiestas parroquiales en honor a la Virgen de Guadalupe.
Si hace un año nos preguntan si creeríamos en que se tendrían que aplicar esas medidas para estar sanos, por supuesto que diríamos que no.
Y así seguiremos los siguientes días apostando a tener la vacuna.
Los roles se modificaron y debemos tener capacidad de adaptación.
Muchas actividades como las educativas, de consumo y comerciales no serán las mismas.
Sobre esto último, los ciudadanos tuvieron que cambiar la forma en que adquieren productos obligados por el confinamiento.
Por ejemplo: De acuerdo con Fabián Girardelly, country manager en México de Kantar World Panel, durante su participación en el Foro Ciudades en Movimiento por Uber, entre enero y septiembre del año pasado, sólo el 2 por ciento de los hogares compraba por e-commerce; este año entre enero y septiembre, ese indicador fue del 12 por ciento; según sus estimaciones con esta aceleración es como si estuviéramos ya en 2023.
Así es que, a armarse de paciencia, ser conscientes y seguir cuidándonos.
La llegada a México de la vacuna contra el Covid-19 puede ser la luz que se asoma al final del túnel, algo que jamás hubiéramos visto ni en el más premiado de los guiones de película de ficción.
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ASME
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