La Secretaría de Seguridad (SS) reportó la incautación de 30 piezas de madera de procedencia ilegal y de herramientas en un sitio de Ocuilan, luego de realizar un operativo en conjunto con autoridades federales y de protección al ambiente.
El reporte se emitió luego de que la Jornada Estado de México publicó que en Ocuilan y en Xalatlaco, los talamontes han devastado sus zonas boscosas y con ello secado ríos y manantiales, lo que ha orillado a las comunidades a armar grupos o guardias comunitarias.
Devastación de bosques
A través de un comunicado, la dependencia a cargo de Andrés Andrade Téllez, destacó el aseguramiento de una torre de aserrío sin volantas, dos rieles y 30 piezas de madera en rollo de oyamel de dudosa procedencia.
Esto mediante trabajos de investigación y de diferentes denuncias ciudadanas, así como información de la probable ubicación de puntos de objetivo que tenían autoridades federales.
En el despliegue operativo hubo coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Guardia Nacional (GN) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). Además de la Fiscalía General de Justicia estatal (FGJEM).
La Secretaría de Seguridad precisó que material y herramienta fueron trasladados a la bodega de PROFEPA ubicada en la capital mexiquense, y se continuará con las averiguaciones.
Previamente a este aseguramiento, la dependencia había informado que mantenía los operativos para verificar aserraderos ilegales y desarticularlos, así como atender y evitar la comisión de delitos contra el medio ambiente, en las zonas bosques en la entidad, como la tala clandestina.
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Comuneros denuncian talamontes ligados a grupos criminales
En Ocuilan, al sur del estado, de acuerdo con comuneros de San Juan Atzingo diariamente grupos de talamontes ligados con criminales, cortan de manera ilegal hasta 300 árboles. El 26 de febrero y 7 de marzo, ambos grupos han tenido choques, y en el último se quemó una unidad con madera.
Por su parte, en San Miguel Mimiapan, municipio de Xonacatlán, ubicado en el Valle de Toluca, se estima que con anterioridad 50 camiones diarios bajaban madera, aunque ahora el cinco por ciento hace tala hormiga mediante cargas en caballos.
En ambas localidades los comuneros han armado grupos o guardias comunitarias para cerrar sus bosques para evitar la devastación de sus áreas verdes, porque junto a ellas ya enfrentan la sequía. Por ello, construyen zanjas y brechas para impedir que se pueda subir al monte.
A diferencia de los talamontes, los comuneros de ambos poblados apenas cuentan para su defensa con armas de caza, que son escopetas, machetes y resorteras, e incluso únicamente piedras.
DB