Empresarios ven catastrófico el escenario económico, luego del regreso al semáforo epidemiológico rojo, anunciado por el gobernador Alfredo Del Mazo. Todo es consecuencia de la irresponsabilidad social, aseguró Gilberto Sauza Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México.
“Si se hubieran acatado y respetado las medidas de sanidad anunciadas y reiteradas por las autoridades, ya estaríamos en amarillo o por lo menos seguiríamos en naranja”, lamentó.
Aseguró que cerrarán por lo menos 44 mil unidades económicas que significan por lo menos 200 mil empleos, sin contar al sector restaurantero, que es uno de los más afectados, y aunque respaldó la decisión del gobierno, aseguró que es necesario mejorar la comunicación y hacer mesas de trabajo para que decisiones como esta, puedan hacerse en coordinación con el sector productivo y social.
Dijo que no bastan las medidas tomadas si no existe una sensibilidad para hacerlo, por lo que solicitó respeto para todos los sectores.
Aseguró que las áreas más afectadas serán sin duda las del sector de comercio y turismo y ahora todos los que sobrevivan tendrán que hacerlo en condiciones mucho más complicadas, pues cuando inicia un negocio se hace con ahorros, pero ahora se hará con deudas y eso complica mucho la reapertura.
Por su parte, Mauricio Massud Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados en el Estado de México (Canirac), aseguró que el sector que representa tiene un panorama muy desfavorable porque están en riesgo la mitad de las 70 mil unidades económicas de este ramo y por lo tanto también 50 por ciento de los empleos.
“Ahorita con la entrada de semáforo rojo, 70 por ciento de los empleados tendrán que regresar a casa y se podría hablar de un recorte de 210 mil personas. La situación en grave para el sector restaurantero”, puntualizó el dirigente de Canirac.
Recordó que, aunque ellos son considerados como negocios esenciales y no cerrarán, sólo podrán dar servicio para llevar o entrega a domicilio, que es el rubro donde se generan menos ventas. Massud espera que se haga caso al llamado de mantenerse en casa y quienes tengan que salir, lo hagan tomando todas las medidas de sanidad para reducir el número de contagios y regresar pronto a semáforo naranja.
“La industria entiende la necesidad de bajar los contagios y hospitalizaciones, por ello, desde que inició la crisis de salud, el sector restaurantero ha sido parte de la solución e implementó estrictas medidas de higiene, por lo que los establecimientos formales son seguros. Las propias autoridades han expresado que la fuente de contagios radica en las reuniones y fiestas privadas. Este nuevo cierre alienta el incremento de los eventos privados y la venta informal de comida en la calle”, advirtió.
Una encuesta, aplicada por la Canirac a empresarios del sector restaurantero, reveló que, sin apoyos, casi ocho de cada 10 restaurantes podrían quebrar en las siguientes semanas, debido a la crisis provocada por la pandemia.
A final de año se calcula que pueden cerrar en todo el país 122 mil restaurantes y perderse 450 mil empleos. En la Ciudad de México y su zona metropolitana hasta noviembre, un total de 13 mil 500 establecimientos habían bajado cortinas definitivamente.
ASME
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