Este fin de semana tuvieron lugar en el Estado de México dos lamentables acontecimientos que deben sacudir conciencias de muchos, pero sobre todo de las autoridades, más aún si existieron señales que avisaban de un posible desastre.
Me refiero al atentado que sufrió el autobús de la banda La Adictiva que participó en la Feria de Metepec -y que después derivó en la cancelación del evento- y al terrible accidente en la carretera México-Puebla -a la altura de Ixtapaluca- que cobró la vida de 19 personas luego de que un camión presuntamente se quedara sin frenos y embistiera en sentido contrario a al menos una docena de vehículos en los que sus tripulantes estaban esperando poder cruzar la caseta de cobro.
Si bien son eventos muy desafortunados y pudieran parecer muy diferentes, hay algo que tienen en común: había muchos indicios que sugerían que podía suceder una tragedia.
La Jornada Estado de México documentó en un trabajo de la reportera Alma Ríos que según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a septiembre de este año, se reportaron 12 carpetas de investigación por homicidios dolosos en dicho municipio. Además hay 556 carpetas de investigación por lesiones dolosas, de las cuales 18 se cometieron con arma de fuego, 11 con arma blanca y el resto con algún otro elemento.
Bueno, hasta operativos fallidos de la Fiscalía General de la República (FGR) han sucedido en esta demarcación. El pasado 23 de septiembre, un hombre murió y dos agentes federales resultaron lesionados durante una balacera registrada en pleno centro de Metepec.
Y es que ese día las cosas simplemente se salieron de control, pues la FGR sólo debía realizar la detención de una persona, pero según lo informado por la Alcaldesa Gabriela Gamboa, el operativo se complicó y terminó con el derramamiento de sangre.
A la luz de los hechos, es claro que Metepec lleva un tiempo inmerso en la violencia y la cereza de este amargo pastel fue la advertencia en mantas de grupos del crimen organizado a quienes fueron contratados para presentarse en la feria de Metepec, con la consecuencia que ya conocemos: ¿a alguien le queda duda de quién manda en Metepec?
Ahora bien, el tramo carretero a la altura de la caseta de cobro de San Marcos Huixtoco, en Ixtapaluca, también es un foco rojo, pues en los últimos dos meses, el del sábado fue el tercer accidente similar que ocurrió al llegar a este punto del kilómetro 33 de la vía rápida, al oriente de la entidad… ¡el tercero!
Y es que en este mismo punto de la carretera a cargo de Capufe, el pasado 8 de septiembre otro tráiler sin frenos arrastró varios vehículos al llegar a la caseta con un saldo de dos muertos y al menos siete heridos. Y por si fuera poco, el 4 de octubre, allí mismo una pipa también sin frenos, se impactó contra una de las cabinas de la caseta de cobro.
¿Acaso no queda clara la peligrosidad de ese espacio carretero? ¿Qué más tendría que pasar para que sea atendida la urgencia por el nivel de autoridad que sea?
El tema no es menor, no por nada llegó hasta la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y fue el mismo titular del Ejecutivo quien anunció que se verificarán las condiciones en que se encuentran las rampas y la caseta de cobro de la autopista México-Puebla.
Por ello no me queda duda: se pudo haber hecho mucho más por evitar estos hechos desafortunados, de haberse atendido estas señales.
Twitter: @campudia
ASME
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