En una quema de cohetes Pedro Pineda perdió la mano izquierda, pero no el entusiasmo ni las ganas de seguir ejerciendo en el oficio de pirotécnico que aprendió cuando tenía 12 años de edad.
Él es uno de los más de 300 artesanos en fuegos artificiales que le dan identidad, como capital de la pirotecnia a nivel nacional e internacional, al municipio de Tultepec.
Desde niño ha dedicado largas horas del día a esta actividad, la cual ve como su principal fuente de ingresos, pero también como su inspiración para crear arte con la pólvora.
En entrevista con La Jornada Estado de México, relató cómo es que a su corta edad, en un taller pirotécnico comenzó a trabajar.
Su empleador le enseñó a hacer armazones, toritos, silbatos, a combinar los químicos y a darle el color a los cohetes que estallan en el cielo.
“Me fui metiendo poco a poquito; me gusta mucho y el patrón tuvo la paciencia de enseñarme en su taller a armar, a tender, a montar los cohetes”, explicó.
Fue cuando tenía 20 años de edad que, durante una fiesta patronal, sufrió el accidente; la salva explotó en su mano y se la mutiló.
La pérdida de su extremidad no lo hizo desistir de continuar en este trabajo. 19 años después, continúa trabajando y dice que lo hará hasta que su Señor de los Milagros se lo permita.
“Realmente nosotros decimos una cosa, todo es riesgo, solamente es saberlo trabajar… y pues siempre he dicho es un amor al arte que le tengo, aunque no tenga una mano, yo en mi mente me sigo diciendo: sí se puede”, expresó.
En Tultepec no existe un censo de los artesanos que estén con alguna discapacidad a causa de alguna explosión en sus talleres o en el ejercicio de la actividad.
En junio pasado, Pedro y otras siete personas de este municipio, fueron beneficiadas con el programa “Te damos una mano” del Club Rotario Valle de México, mediante el cual se otorgaron el mismo número de prótesis a pirotécnicos.
El alcalde Sergio Luna Cortés anunció que estará elaborando un censo del gremio en estas condiciones.
También informó sobre un convenio con los rotarios para una nueva donación de prótesis de tipo motriz a pobladores o pirotécnicos que hayan padecido la mutilación de alguna extremidad durante algún accidente de trabajo.
La firma del convenio entre el edil, la presidenta del Sistema Municipal DIF, Joseline Sofia Giorgana Luna, y el presidente del Club Rotario, Oscar Briseño Past, establece que será en noviembre cuando se otorgue el apoyo.
En el caso de Pedro, la prótesis representa una gran ayuda para mejorar su motricidad, aunque en estas primeras semanas continúa con el proceso de adaptación.
“Yo me considero una persona completa, no me dejo de nadie. No me permito decirte que no puedo hacer algo; al contrario, estoy con amigos, con quienes me emplean, ellos me dicen: tú te la sabes y así es mi vida, de echarle ganas”, agregó.
De hecho, recordó que desde el día del accidente, para él no ha habido limitantes.
“Para el trabajo no me pongo mi prótesis porque se vaya a romper, ya que trabajo con el mazo y no quiero echarla a perder”, explicó.
Hace unas semanas, cuando aún no tenía la prótesis, él solo elaboró un torito pirotécnico al que tituló “El Humilde”, con el que ganó el segundo lugar del concurso en que participó.
En lo que va de este año 2022, según datos del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, en Tultepec se han registrado 24 explosiones, principalmente en sitios no autorizados para la fabricación o almacenaje de estos productos.
Esta cifra representa un 46 por ciento menos de los que ocurrían en el mismo periodo de tiempo, pero en el año 2017.
Los numerosos accidentes con la pólvora no han sido ni serán, según lo que dicen los propios artesanos, motivo para que dejen de trabajar con ella.
“Todo es peligro y nosotros vamos a darle hasta que el cuerpo aguante”, es la idea que Pedro tiene y que comparten otros de sus compañeros.
Actualmente Tultepec se encuentra en la temporada alta de producción. Aquí es donde se produjo y comercializó la mayor cantidad de fuegos artificiales que se quemaron en las fiestas patrias y que también se detonarán en las próximas festividades de fin de año.
En todo el Estado de México hay 754 permisionarios de pirotecnia, distribuidos en 74 de los 125 municipios de la entidad.
Se estima que en las festividades patronales de las más de 2 mil 100 iglesias católicas y guadalupanas que hay dentro del territorio, se queman cada año por lo menos 500 millones de cohetes, castillos y toritos.
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