Tras clasificar para competir en “Los Juegos de los Trabajadores”, en Cesenatico, Italia, la nadadora mexiquense Sharon Román, busca recursos para financiar su viaje y su estancia en las costas del Mar Adriático.
Como en algunos casos del deporte en México, la falta de apoyo para esta nadadora mexiquense de alto rendimiento la ha llevado a buscar fuentes de ingresos para alcanzar uno de sus sueños.
Sharon elabora postres y le ayuda a su mamá en su negocio de comida e imparte clases de inglés; sin embargo, teme que no alcance a reunir el dinero suficiente para participar en la competencia mundial, que se llevará a cabo en septiembre.
Sharon Román busca apoyo para competir en Italia
Desde pequeña Sharon posee un espíritu de competencia que no le permite rendirse ante los obstáculos, ese mismo que la ha llevado a ganar múltiples competencias locales, estatales y nacionales, y que mantiene viva la esperanza de encontrar algún patrocinador ya sea de instituciones gubernamentales o entre la iniciativa privada.
“Realmente no me acuerdo cómo aprendí a nadar, tenía cuatro años, y a partir de ahí me gustó mucho el deporte, no solo he practicado natación, he practicado muchos otros deportes, pero la verdad es que mi favorito es la natación a esto me dedico ahora”, refirió.
La mamá de Sharon cree que está decisión de su hija, tiene que ver con un trauma de su infancia:
“Cuando yo era niña en un balneario me sumergieron la cabeza entonces yo me estaba ahogando, posteriormente entré a una escuela donde había alberca y por mis calificaciones puede estar dentro de las clases de natación, ahí pasó otro incidente.
“Un día que no fue la entrenadora que me tenía paciencia, porque yo le tenía miedo al agua y mis compañeras ya estaban muy avanzadas, el entrenador que la reemplazó me aventó desde un trampolín a esa alberca que era olímpica para que se me quitará el miedo, pero, al contrario, me dio más miedo.
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“Son hechos que trascienden, entonces yo no quise que mis hijos vivieran eso, ese fue el verdadero motivo por el cual motivé a mis hijos a qué aprendieran a nadar”, cuenta doña Lilia y al parecer Sharon superó el trauma de su madre.
Y así lo demostró en su primera competencia: el Maratón Guadalupano.
“Estaba aterrada porque estaba en el mar de Roqueta, Caleta, un kilómetro y veía que llegaban unos participantes más grandes, porque siempre ha competido con personas más altas y grandes de edad y a pesar de que está chaparrita nunca ha tenido miedo a competir con personas más grandes.
“Como papá siempre hay que estar apoyando a nuestros hijos, haciendo todo lo posible, yo en mi caso creo que mi hija no se puede perder está oportunidad que le está dando la vida de ir a representar a México a Italia, entonces dije voy a hacer lo que pueda, lo que esté en mis manos y qué es, pues trabajar, echándole ganas, tengo tres trabajos ahorita y aun así no me alcanza”, compartió doña Lilia.
De conseguir patrocinios Sharon estará participando en seis pruebas del 4 al 10 de septiembre: nado de mariposa en 50 y 100 metros; 400 metros combinado y 50, 100 y 200 en nado de Pecho.
La mayor preocupación de Sharon no tiene que ver con su estado físico o su rendimiento, sino que es de tipo económico:
“uno como deportista tiene que estar concentrado en entrenar, uno no tendría que estar preocupado en que, si te va a alcanzar el dinero para el viaje o cosas así, entonces esa es mi principal preocupación ahorita porque tenemos cierta fecha para pagar mi vuelo”, dijo la nadadora.
Solo cuenta con el apoyo de una escuela de natación de Texcoco
Hasta ahora la joven sólo cuenta con el apoyo de una escuela de natación de Texcoco, que le brinda instalaciones adecuadas para entrenar y desde donde lanza un llamado:
“Invito a alguien que me pudiera apoyar, a una autoridad o un empresario, porque veo que a veces las empresas sacan convocatorias y me gustaría una beca deportiva porque no quiero que mi trayectoria se quede en esta competencia nada más, yo creo que somos muchos deportistas que queremos eso, una beca deportiva que nos permita seguir una trayectoria”, exhortó la joven de 24 años.
En tanto, seguirá impartiendo clases de inglés a niños de primaria y secundaria, haciendo postres, vendiendo comida, estudiando la universidad y entrenando para estar lista para la competencia que se ha convertido en su principal reto.
SPM