La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) incrementó las perspectivas de crecimiento para México tanto este como el siguiente año, dada la recuperación que han tenido los servicios y la parcial normalización de las cadenas de suministro que fueron interrumpidas con la pandemia. Sin embargo, advirtió que “la inflación puede ser más alta durante más tiempo”, lo que afectará el poder adquisitivo de la población más vulnerable.
“México es de los países donde el crecimiento ha venido sorprendiendo al alza”, explicó Alberto González Pandiella, jefe de división interino en la OCDE, durante la presentación del informe Perspectivas Económicas. Un día antes, la misma organización reportó que entre sus miembros, el país latinoamericano tuvo el mejor dato de expansión del tercer trimestre de 2022, de 1.8 por ciento, mientras la media fue de 0.4 por ciento.
La organización incrementó de 2.1 a 2.5 por ciento el estimado de crecimiento para 2022 –por arriba de lo previsto por otros organismos internacionales, incluso la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que mantiene una previsión de 2.4 por ciento–, y para 2023 también la revisó de 1.5 a 1.6 por ciento, la mitad del 3 por ciento proyectado por el gobierno mexicano.
La OCDE detalló que tanto en el sector interno como en el externo persisten los riesgos. “El consumo se verá respaldado por la mejora gradual del mercado laboral, pero atenuado por la alta inflación. Las exportaciones seguirán beneficiándose de la alta integración en las cadenas globales de valor, pero su dinamismo se verá mitigado por la desaceleración en Estados Unidos”, explicó.
El informe presenta una baja en los estimados mundiales
Además de inciertas, “las presiones inflacionarias siguen siendo altas y generalizadas”, por lo que el organismo prevé que el índice general de precios en el país descenderá a 5.7 por ciento en 2023 y al cierre de 2024 se ubicará en el rango objetivo de Banco de México (3 por ciento ± un punto porcentual), con un estimado de 3.3 por ciento.
“La inflación puede ser más alta durante más tiempo, erosionando el poder adquisitivo, particularmente de los hogares vulnerables, lo que exige un mayor endurecimiento de la política monetaria”, recomendó la OCDE, misma que prevé para la tasa referencia de Banco de México un aumento a 10.75 por ciento en el primer trimestre de 2023, y que en ese nivel se mantenga hasta principios de 2024, cuando comenzaría a reducirse gradualmente.
Las perspectivas al alza para México se dan en el marco de un informe con estimados económicos a la baja para la economía mundial, “mientras la crisis energética de gran magnitud y proporciones históricas provocada por la invasión de Rusia a Ucrania sigue alimentando las presiones inflacionistas, erosionando la confianza, el poder adquisitivo de los hogares y agravando los riesgos en todo el mundo”.
Se prevé que la economía mundial crezca a un ritmo inferior al estimado antes de la guerra: 3.1 por ciento este año, para después ralentizarse a 2.2 por ciento en 2023. Mientras la economía de Estados Unidos, principal destino de las exportaciones mexicanas, se espera que caiga de 1.8 a 0.5 por ciento entre 2022 y 2023.
“La economía mundial se enfrenta a serias dificultades. Estamos afrontando una grave crisis energética y los riesgos que se plantean siguen apuntando hacia una reducción del crecimiento mundial, una inflación elevada, el deterioro de la confianza y altos niveles de incertidumbre”, señaló Mathias Cormann, secretario general de la OCDE.
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Se prevé que la inflación se mantenga por encima de 9 por ciento y se moderará gradualmente hasta el 6.6 por ciento en 2023. A medida que el endurecimiento de la política monetaria surte efecto, que las presiones sobre la demanda y los precios de la energía disminuyan y los costos de transporte y plazos de entrega se normalicen.
Con información de La Jornada