Un grupo de personas, familiares de Personas Privadas de la Libertad (PPL) del penal Molino de Flores en Texcoco, protestó para denunciar supuestos actos de extorsión a internos para evitar agresiones.
Los inconformes acusaron que les exigen cuotas para dejar que los internos tengan derecho a alimentos, a televisión, e incluso a mejores dormitorios.
Señalaron una supuesta colusión entre internos, custodios y autoridades penitenciarias en los supuestos abusos.
Demandaron la intervención de la gobernadora Delfina Gómez para que los involucrados sean removidos y se investigue ese tipo de prácticas.
Texcoco: Protestan por supuestas extorsiones a reos dentro del penal Molino de Flores
Según la denuncia, a los internos les piden hasta 10 mil pesos para no recibir agresiones y garantizarles una mejor estancia en sus cubículos.
La presencia de las personas apoyadas por una organización que defiende los derechos de éste sector no afectó la circulación en la zona.
Solo se apostaron con mantas en el acceso al penal, sin obstruir el acceso al centro penitenciario.
Después de algunos minutos, autoridades acordaron con los inconformes una reunión para escuchar y atender sus quejas.
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Antecedentes
Por lo menos en dos ocasiones anteriores, en 2028 y en 2022 se registraron denuncias similares en este lugar. El 17 de octubre de 2018 los reclusos protestaron por las constantes agresiones de las que, aseguraron, son objeto y por las cuales en esos días perdió la vida uno de los internos.
En aquella ocasión, 25 internos del dormitorio 4 retuvieron a tres custodios para demandar el traslado a otro penal, pues señalaron que eran víctimas de agresiones por parte de un grupo que operaba en ese momento al interior del penal.
Las autoridades informaron que la inconformidad derivó de una petición de un grupo de internos del módulo de alta seguridad que exigieron su traslado a otras áreas. Al penal ingresó personal de la fuerza pública y se restableció el orden sin que se registraran incidentes mayores.
En abril de 2022, familiares de internos se quejaron de que sus parientes eran objeto de extorsiones y que, inclusive, debían pagar para recibir los tres alimentos del día. Se instaló una mesa de diálogo con las autoridades penitenciarias y se llegaron a acuerdos para darle seguimiento a las peticiones.
TAR