Con las últimas semanas del 2022 transcurriendo entre prisas y reuniones, seguramente ya has pensado en lo que tienes planeado hacer para el venidero 2023 y muy probablemente tus finanzas personales están entre tus prioridades a trabajar durante el próximo año.
A continuación te compartimos tres tips sencillos para crear o afianzar tu disciplina financiera y triunfar como los grandes.
- Perfila un fondo de emergencias y uno de ahorros
Este es un paso imprescindible para comenzar a administrar de manera más inteligente y asertiva tus finanzas personales. Para lograrlo, anota en una hoja todos los gastos, tanto los necesarios como los innecesarios. Eso te dará una estimación que servirá de guía para saber cuáles son los gastos que pueden cortarse y cuáles no, compáralos con tus ingresos reales, de esta manera sabrás con cuánto dinero cuentas si recortas los gastos innecesarios.
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Recuerda que el dinero que no representa gasto, puede convertirse en ahorro que puede utilizarse para resolver alguna eventualidad o para invertir. Tener un fondo de reserva evitará que ante alguna emergencia te veas obligado a adquirir una nueva deuda que ponga en riesgo tu estabilidad financiera.
- Reduce el nivel de endeudamiento
Para lograr este propósito, los expertos recomiendan utilizar el Método de la avalancha, el cual consiste en hacer una lista con todas tus deudas, ordenándolas de mayor a menor tasa de interés.
La idea de este método es que te enfoques en saldar la deuda con el interés más alto e ir descendiendo hasta la que tenga menor tasa de interés.
- Mejora tu historial crediticio
Este paso viene posterior a la liquidación de las deudas, la idea es que una vez que hayas saldado las deudas con el método de la avalancha, puedas acceder a créditos más altos con tasas de interés más bajas. Esto te permitirá poder acceder a bienes de manera más sencilla sin perder la disciplina adquirida de llevar a cabo los dos pasos anteriores.
Lo ideal para cumplir el propósito de la estabilidad en las finanzas personales es que te fijes pocas metas pero que sean metas reales, donde menos es más. Esto además de facilitar el cumplimiento de las metas, genera el pensamiento optimista de alcanzar tus objetivos, lo que permite que puedas establecer nuevos cada vez más ambiciosos. Lo importante es empezar por poco de manera honesta y realista.