Hay grandes problemas en este país que duelen, que lastiman y que, al parecer, van a estar presentes en la sociedad por mucho tiempo. Uno de ellos sin duda es el feminicidio. Según cifras de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en lo que va del año se han reportado 423 víctimas en el país.
El gobierno de México, tan proclive a manejar las cifras a su conveniencia, como todos sus antecesores, reconoció que de enero a mayo de 2021 este fenómeno aumentó 7.1 por ciento, en contraste con el mismo periodo del año anterior.
Según la dependencia, sólo en mayo sucedieron 2 mil 963 homicidios dolosos, la cifra más alta desde julio de 2020.
En materia de incidencia, por cada 100 mil habitantes, los estados de Morelos, Sonora, Quintana Roo, Colima, Jalisco, Sinaloa, San Luis Potosí y Chiapas concentran las tasas más altas.
La última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, del INEGI, reveló que más de 66 por ciento de las mujeres encuestadas mayores de 15 años han enfrentado al menos un incidente de violencia en su vida.
Después del hogar, el segundo ámbito con más violencia son los espacios públicos, es decir, las calles, plazas, parques o el transporte público, sitios en donde el 38.7 por ciento de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia, como intimidación, acoso, manoseo, abuso o violación.
En el ámbito laboral, el panorama también es alarmante. Tres de cada 10 mujeres han experimentado violencia sexual o discriminación por su sexo y la brecha salarial revela que las mujeres ganan 33 por ciento menos que los hombres por realizar el mismo trabajo.
En el Estado de México se ha trabajado en una agenda para erradicar la violencia de género; a eso se debe que en 2015 se haya decretado una Alerta por Violencia de Género en 11 municipios, que lamentablemente no ha rendido los frutos necesarios.
Sólo cuatro años después fue necesario ampliar esos mecanismos de advertencia, con la Alerta de Género por desaparición de mujeres y niñas en 7 municipios de los 11 donde también fue declarada la otra Alerta.
Durante 2020, la pandemia por Covid-19 y la política de aislamiento social, llevó a miles de mujeres a convivir las 24 horas de los 7 días de la semana con su agresor; cifras oficiales revelaron que en los meses más violentos, cada 11 minutos se realizó una llamada de auxilio al 911, relacionada con incidentes de violencia contra la mujer.
La violencia contra las mujeres se convirtió en los hechos en la otra pandemia.
Es necesario que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado, la academia, los medios de comunicación, y la ciudadanía, principalmente los jóvenes hagamos conciencia sobre este tema porque todos tenemos derecho a vivir libres de violencia.
Debemos asumir un compromiso social que involucre, como ya se señaló, a todos los sectores de la sociedad. Debemos visibilizar este fenómeno para mejorar como sociedad.
ASME
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