No ser querido por quien quieres te puede afectar profundamente, a pesar de todo lo que desearíamos que se entendiera para que no resultara tan difícil transitar por una separación amorosa.
Como el que la pareja tiene derecho a cambiar de opinión, que nadie puede obligar a nadie a quererle, que el amor es una decisión y que si no se es elegido no hay mucho que hacer, que el amor no es para siempre, que las personas se pueden enamorar de alguien más… que las relaciones terminan y que deberían terminar a tiempo, antes de herirse de ninguna manera.
Todo lo anterior puede pasar y pasa, así que si ocurre habrá que aceptarlo, y duele, pero lo que termina lastimando más es aferrarse a lo que ya no es.
Por más que se disfrace, la falta de amor nunca pasa desapercibida, el desinterés, la apatía, la ausencia de cercanía emocional y física son evidentes cuando alguien se ha desvinculado y es inevitable no percatarse de esto.
No hay generalidades, sin embargo, suele ocurrir que cuando tu vida, tus deseos, tus sueños, alegrías o preocupaciones le dan lo mismo a tu pareja el pronóstico de la relación ya no es alentador.
Quien ama y desea continuar busca y desea que la situación mejore, pero ningún vínculo de calidad puede ser sostenido por una sola persona, es probable mantener la ilusión de que existe lo que había, sin embargo, la realidad siempre triunfa sobre la fantasía.
Si amas quisieras que te amaran de nuevo, ser una prioridad importante de quien lo es para ti, pero si la reciprocidad desaparece lo más conveniente es hablarlo, aclararlo y si no hay más solución (para que sea posible ambos deben desear continuar) la solución restante es despedirse y comprometerse a que sea de la mejor manera posible, aunque pocas despedidas no son dolorosas, decir adiós duele así como dejar de ver a quien amas, admitir que ya no te ama, que se irá a hacer su vida solo o posiblemente con alguien más… y todavía, por si esto fuera poco, hace más daño quedarse en donde el otro ya no está aun si no se haya ido.
Al principio, al comenzar a darte cuenta de la ausencia emocional, de la falta de interés, de entusiasmo e involucramiento de tu hasta entonces pareja el desconcierto se justifica por las circunstancias que pueden estar atravesando o por las ocupaciones de tu pareja, y es cierto, puede haber una o varias explicaciones a su cambio de conducta, más tarde cuando te das cuenta de que la razón principal es el desamor es tan abrumante que para evitar la angustia de aceptar lo que está ocurriendo recurres a la negación, a negociar la dinámica de la relación, pero si el amor ya no es correspondido nada de lo que hagas te hará recuperarlo si tu pareja ha decidido no amarte más.
Permanecer en una relación en donde sólo uno ama, en la que mantener la relación únicamente depende de no admitir abiertamente que si no insistes en continuar llegaría a su fin es un sufrimiento interminable.
Si ya no te aman nada de lo que hagas o te niegues a ver va a devolverle la vida al amor que antes te brindaron,
Y no eres tú, no es cuanto vales, ni tu apariencia física, no es que no seas suficiente es que el otro eligió y ya no estás en esa elección.
Con otra persona o sin ella en su vida, tú ya no estás en su presente ni en sus planes.
Por lo que es necesario comprender que la mejor opción es dejar ir a quien no quiere estar, que no vas a ser feliz en una relación donde el amor ya no es correspondido… ¿y sabes? El dolor que quieres evitar solo se posterga cuando te niegas a admitirlo, porque tarde o temprano ocurrirá y la obsesión por ese amor no te permite ver que no solo se está yendo ese amor sino que tu energía y tu alegría también están desgastándose sin que te des cuenta.
Y lo más importante, puedes dejar pasar años de tu vida que no van a dar marcha atrás, claro que en cualquier momento de tu vida puedes volver a empezar y ser feliz de nuevo si te lo propones, pero, ¿tiene sentido no empezar lo más pronto posible?…
Una frase que se le atribuye a Frida Khalo es: “El tiempo no regresa… Donde no pueda amar no te demores”, y es verdad, piénsalo, mereces sentirte amada o amado, experimentar una inmensa satisfacción con tu vida, incluida tu vida amorosa, si tu miedo es estar solo o sola, aprende a estar contigo, construye o fortalece otros vínculos… La vida es aquí y ahora, si ya no te quieren quiérete el doble, el amor no lastima el desamor si, no caigas en el peor de los desamores: la ausencia de amor propio.
Te abrazo
Lorena Patchen
Psicoterapia y conferencias.