El proceso de deforestación en la región de los volcanes, que se agravó hace más de 4 décadas intensifica los efectos del estiaje, sin que haya el momento se lleven a cabo programas efectivos por revertir esta situación, aseveró el ambientalista Jacobo Espinoza Hilario.
El activista, quien se desempeña como Gerente Operativo de la Comisión de Cuenca de los Ríos Amecameca y de la Compañía, organismo auxiliar, aseveró que el desabasto de agua en los municipios de la zona de los volcanes es preocupante, de cara a la temporada de estiaje.
Agregó que en las últimas décadas ha disminuido considerablemente la humedad en la zona boscosa de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl debido, principalmente, a la tala clandestina y esto ha alterado inevitablemente el ciclo del agua.
Zona de volcanes: Deforestación agudiza la sequía
Con 20 años de experiencia en participación comunitaria para la defensa del agua, el medio ambiente y en contra del cambio climático Espinoza Hilario considera que es momento de realizar un esfuerzo histórico para fortalecer los bosques.
“Desde hace 40 años, aumentó la deforestación de los bosques alrededor del Iztaccíhuatl y el Popocatépetl, primero de manera fragmentada, de distintas formas, tanto la legal como la ilegal y eso fue mermando la temperatura del Izta y el Popo, aunado al cambio climático, que no es más que el aumento de la temperatura por las emisiones del dióxido de carbono y la disminución de los árboles. Si aumentara la reforestación, aunque aumentara el bióxido de carbono, los árboles pudieran absorberlo”, consideró.
Además de la tala ilegal hay otras prácticas agrícolas que han disminuido a lo largo de los años la masa forestal de la zona y hoy se puede observar desde municipios como Amecameca, Atlautla, Ecatzingo, Tenango del Aire, Ozumba, Tepetlixpa y Ayapango la deforestación en los bosques.
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Intentan defender pero se ven rebasados
Aunque autoridades, vecinos y ejidatarios de la zona realizan algunos esfuerzos para defender los bosques, se ven rebasados ante grupos organizados dedicados a la tela clandestina ya que sus integrantes cuentan con armas vehículos y otros recursos para continuar con esta actividad.
Por si fuera poco, estas actividades humanas aunadas a los fenómenos climáticos tienen otros efectos negativos en los servicios ambientales, ya que ahora las nevadas de los volcanes son superficiales y debido a que el acuífero Chalco-Amecameca, se alimenta del agua de deshielo y de las lluvias en suelo rocoso, hoy ha disminuido considerablemente su capacidad.
TAR